Almacenamiento de Granos y Semillas para proteger su conservación
El valor económico, alimenticio, agrícola e industrial asociado a los granos y
semillas, demanda cuidados especiales en el almacén para garantizar la
conservación de su calidad; ésta debe mantenerse durante el tiempo que
permanecerán en condiciones de almacenamiento y aun hasta el momento en que
serán utilizados.
Para garantizar la disponibilidad de granos y semillas en la cantidad, así como con la oportunidad y calidad requeridas, es necesario recurrir a su almacenamiento y conservación.
El
almacenamiento se refiere a concentrar la producción en lugares estratégicamente
seleccionados, en tanto que la conservación implica proporcionar a los productos almacenados
las condiciones necesarias para que no sufran daños por la acción de plagas, enfermedades o
del medio ambiente, evitando así mermas en su peso, reducciones en su calidad o en casos
extremos la pérdida total.
¿Cuál es la diferencia entre
grano y semilla?
Se utiliza el término de grano cuando se
destinan para la alimentación humana y
animal, o como materia prima para la
industria; mientras que el término de semilla
se utiliza para indicar su uso en la siembra,
reproducción y multiplicación de la especie o
variedad.
Las semillas deben conservar su viabilidad,
germinación y vigor hasta el momento en que
serán utilizadas, a fin de asegurar el
desarrollo de una nueva planta y con ello la
producción de más cosechas.
Si una semilla
pierde o reduce su capacidad para generar
una nueva planta, debe ser utilizada sólo
como grano; siempre y cuando no esté
tratada con productos que puedan afectar la
salud humana o animal y que no se le hayan
desarrollado compuestos tóxicos o alterado
sus cualidades alimenticias.
¿Qué factores influyen en el
deterioro de granos y semillas?
Independientemente del uso que se le dará al
producto cosechado, es importante no olvidar que el grano o la semilla son entes
vivientes que respiran oxígeno del ambiente y
producen como resultado bióxido de
carbono, agua y energía que se traduce en
calor; consecuentemente, en la medida en
que se acelere el proceso de la respiración, lo
hará también el deterioro del grano o la
semilla.
Los principales factores que determinan y
acentúan las pérdidas de granos y semillas en
el almacén, son:
•Altos contenidos de humedad del producto
almacenado.
•Elevada temperatura y/o humedad en el
ambiente.
•Elevado porcentaje de impurezas mezcladas
en granos y semillas como por ejemplo;
granos o semillas quebradas, restos de
plantas, insectos muertos y tierra.
•Carencia de almacenes adecuados.
•Presencia de insectos, hongos, bacterias y
roedores.
• Manejo deficiente.
•Desconocimiento de los principios de la
conservación.
La conservación apropiada de granos y
semillas en el almacén, depende
principalmente de las condiciones ecológicas de la región, del tipo de troje, bodega o
almacén disponible, del tipo y condición del
grano o semilla por almacenar y del tiempo
del almacenamiento.
En las regiones tropicales, donde el clima es
cálido y húmedo, se acelera la respiración
de los granos y semillas y se favorece el
desarrollo de insectos y hongos; sucediendo
lo contrario en las regiones de clima frío y
seco.
El principio de un buen almacenamiento y
conservación de granos y semillas es el
empleo de bodegas secas, limpias y libres de
plagas; donde se almacenen granos o
semillas secos, enteros, sanos y sin
impurezas.
Independientemente del tipo de almacén o
de recipiente que se utilice, el producto
almacenado debe mantenerse fresco, seco y
protegido de insectos, pájaros, hongos y
roedores.
1. Almacenamiento en sacos
Algunos de los métodos de
almacenamiento de mayor uso son:
Los sacos que se hacen de yute, henequén, fibras
locales y sintéticas. Son relativamente
costosos, tienen poca duración, su
manipulación es lenta y no proporcionan
buena protección contra la humedad,
insectos y roedores. Su rotura ocasiona
pérdidas del producto almacenado y facilita
la infestación por plagas.
No obstante su manejo es fácil, permiten la circulación
del aire cuando se colocan apropiadamente y pueden
almacenarse en la casa del agricultor, sin requerir áreas
especiales.
Antes de utilizarse, los costales deben limpiarse
perfectamente, exponerse al sol y asegurarse de que no
estén rotos.
Los productos ensacados deben inspeccionarse al
menos cada dos semanas, introduciendo la mano a su
interior para revisar el calentamiento del grano o la
semilla, el cambio en olor o de color, así como la
presencia de insectos. Si algún problema de este tipo se
presenta, el grano debe vaciarse de nuevo, limpiarlo,
secarlo y de ser necesario tratarlo con productos
especiales.
Los sacos deben estibarse sobre plataformas de metal,
madera o de ladrillos, evitando con ello el contacto
directo con el suelo. Debe dejarse una separación con
relación a las paredes del almacén.
2. Almacenamiento a granel
El almacenamiento a granel es una práctica común.
Este método tiene la ventaja que es mecanizable,
aunado a que la manipulación de granos y semillas es
rápida. Por el contrario, la posibilidad de ataque por
roedores aumenta y hay poca protección contra la
reinfestación.
3. Almacenamiento hermético
Consiste en almacenar el producto en recipientes que
evitan la entrada de aire y humedad al producto. En
estas condiciones, la respiración de la semilla y de los
insectos (cuando los hay) agota el oxigeno existente,
provocando la muerte de estos últimos y la reducción de
la actividad de la semilla, por lo que el
almacenamiento puede durar mucho tiempo sin que
exista deterioro. El nivel de humedad de los granos o
semillas por almacenar debe ser menor del 9%.
a) Sacos de plástico
b) Tambos metálicos
Son recipientes herméticos, fáciles de
manejar, protegen al grano o semilla contra
insectos y son apropiados para fumigar
cantidades pequeñas de grano y semilla.
Sus
desventajas son que pueden romperse con
facilidad, se destruyen por roedores y en
ciertas regiones son costosos. La humedad
del producto por almacenar debe ser inferior
al 9%.
Es común su uso y funcionan muy bien como
almacén, siempre y cuando la humedad del
producto sea menor al 12%.
Estos actúan
como barrera contra el ataque de insectos y
roedores, además se pueden utilizar con éxito
para realizar fumigaciones de granos y
semillas.
Algunas de las precauciones que deben
tomarse al usar tambos son:
• Si están oxidados, limpiarlos perfectamente
y pintarlos previamente al almacenamiento.
• Al depositar el grano o la semilla, los
tambos deben estar limpios, secos y sin
agujeros; de existir algunos orificios, deben
soldarse o taparse con cera.
• Agitar el tambor para que se llene completamente,
sin dejar espacios vacíos.
• Cerrar los tambores herméticamente.
• No deben quedar expuestos al sol, para evitar
cambios en la temperatura y humedad del
producto almacenado.
¿ Cuáles tipos de almacenes
existen?
Se utilizan los almacenes rústicos, planos
y modernos. Los dos primeros son estructuras
que se utilizan para almacenar el grano o la
semilla en cantidades y por periodo de tiempo
relativamente corto, que puede ser desde unos
cuantos meses hasta un año aproximadamente.
Este tipo de almacenes son los que tradicionalmente
se utilizan en el medio rural.
Los almacenes modernos se utilizan cuando se
almacenarán grandes volúmenes; cuentan con
instalaciones mecánicas que aseguran un
adecuado manejo y una eficiente conservación
de granos y semillas durante su almacenamiento,
que por lo general, dura desde uno
hasta varios años.
¿Cuáles son los principales
enemigos de los granos y
semillas en almacén?
Existen numerosas especies de palomillas y
gorgojos que atacan a los granos y semillas
almacenados y basta con unos pocos
insectos bajo las condiciones adecuadas (por
ejemplo, en grano caliente y húmedo) para
producir el calor y la humedad suficientes
para que se desarrollen mayores poblaciones
de insectos.
Al aumentar la población de
insectos se producirá mayor calor y humedad
y así sucesivamente; favoreciéndose el
desarrollo de hongos y bacterias ;
acentuándose por lo tanto, la severidad de
los daños ocasionados hasta el grado de que
el grano ya no sea útil para consumirlo o que
la semilla muera o reduzca su germinación y
vigor.
Aunado a lo anterior, los hongos producen
sustancias llamadas micotoxinas, las cuales
pueden resultar altamente tóxicas para
organismos de sangre caliente, incluyendo
desde luego el hombre. Se ha
demostrado que cuando las aves se
alimentan con cereales almacenados con humedad alta, la presencia de micotoxinas
puede provocarles trastornos fisiológicos e
incluso la muerte.
Los roedores también provocan pérdidas
cuantiosas en granos y semillas almacenados,
no sólo porque los consumen en grandes
cantidades, sino también por contaminar con
sus pelos y excreciones (heces fecales y orina).
Cuando el almacenamiento tiene lugar en
locales desprotegidos, el ataque por pájaros
puede representar una causa más de pérdidas.
En ocasiones los insectos, hongos, pájaros y
roedores pueden iniciar su ataque en el campo,
antes de que la cosecha tenga lugar; sin
embargo, hay algunos organismos que sólo se
presentan cuando las condiciones del
almacenamiento permiten su desarrollo.
¿Qué medidas deben
considerarse para lograr
un buen almacenamiento?
1. Cosechar con un nivel apropiado de
humedad
2. Secado
.
La cosecha con alto contenido de
humedad implica depender necesariamente del
secado; por otro lado, si el producto se cosecha
muy seco, se aumenta el riesgo de pérdida en el
campo y de daño por pájaros, roedores, insectos
o lluvia.
Los granos y semillas deben secarse
en forma artificial o por exposición directa al sol
hasta que alcanzan niveles de humedad
menores del 12 % . Si el producto será
usado como semilla, en el secado artificial, debe
cuidarse que la temperatura no dañe al embrión.
3. Limpieza del producto
4. Protección de granos o semillas
5. Tipo de local
6. Limpieza y desinfección del
almacén
.
Después del
desgrane o trilla de la cosecha, se deben
eliminar al máximo los granos quebrados, los
residuos de cosecha, polvo y los restos de
tierra e insectos vivos o muertos, ya que el
grano sucio o dañado se deteriora más
rápido en el almacén y facilita el
calentamiento y el desarrollo de plagas y
enfermedades.
De preferencia el almacenamiento debe efectuarse en envases que eviten el ataque de organismos. Se recomienda el tratamiento con agroquímicos, siempre y cuando no exista riesgo de daño a la salud, en los casos en que el producto almacenado se use en la alimentación.
El local debe ser seco, fresco, sin goteras y que reduzca el intercambio de humedad entre el producto almacenado y el ambiente; debe evitar los cambios bruscos de temperatura cuando esta fluctué en el ambiente exterior. Los locales deben limpiarse en sus paredes, techos y piso, procurando eliminar el polvo, basura, productos almacenados infestados, paja, insectos y toda fuente de contaminación.
En lo posible deben fumigarse. Se sugiere reparar grietas de las paredes, techos y puertas del almacén, ya que sirven de refugio a las plagas o como puntos de entrada de la humedad. Al menos cada mes deben inspeccionarse los productos almacenados, para detectar con toda oportunidad la presencia de insectos, hongos y roedores.
Se recomienda además medir la humedad y la temperatura durante dichas inspecciones, ya que el aumento de alguna de ellas o de ambas indica que el producto almacenado tiene riesgos de deterioro.
7. Inspecciones. ¿Cómo se previenen o controlan las plagas del almacén?
I. MÉTODOS TRADICIONALES
Exposición al sol. Mezcla del grano o semilla con arena o ceniza. Ahumado. Los granos y semillas se extienden sobre superficies limpias y preferentemente encementadas para su exposición al sol ; debe evitarse el sobrecalentamiento por medio de traspaleos. Es importante señalar que los insectos no toleran temperaturas superiores a los 40 ªC, y que este método no controla huevecillos y larvas que permanecen en el interior del grano o la semilla.
Mezcla del grano o semilla con arena o ceniza. La arena y la ceniza controlan la presencia de insectos, ya que éstos pierden humedad y al no reponerla mueren. Ambos materiales también actúan en el insecto por asfixia. Ahumado.El humo y el calor generado por el fuego ahuyentan los insectos.
Almacenamiento sin desgranar. El totomoxtle del maíz y la cascarilla que cubre a algunos granos o semillas protegen del ataque de insectos
II. MÉTODOS QUÍMICOS
Siempre será preferible no aplicar
productos químicos cuando los granos se
destinarán al consumo humano o animal;
sin embargo, los problemas atribuidos a la
infestación por plagas en el almacén son
cada día más severos y complejos, razón por la cual con mucha frecuencia se recurre a la
protección del grano o de la semilla con algún
agroquímico.
Los productos químicos disponibles en el
mercado cambian a menudo en su nombre
comercial, aun cuando el ingrediente activo
que tiene el efecto insecticida, fungicida o
nematicida sea el mismo.
Fuente: Sagarpa